Por qué falla el piloto de la caldera en Barcelona
Por qué falla el piloto de la caldera: causas, diagnóstico y soluciones seguras según RITE, mantenimiento y consejos prácticos para evitar apagados.
Índice
- Qué es el piloto y cómo funciona
- Causas de que el piloto no encienda
- El piloto se apaga: tiro y ventilación
- Componentes clave: termopar, ionización y válvula
- Presión y suministro de gas en fincas de Barcelona
- Encendidos piezo y electrónicos: diferencias y fallos
- Seguridad, legal y mantenimiento según RITE
- Diagnóstico paso a paso para usuarios
- Cuándo llamar al técnico: costes orientativos
- Preguntas frecuentes
Qué es el piloto y cómo funciona
El “piloto” de la caldera es una pequeña llama que, en modelos atmosféricos antiguos y en ciertos aparatos mixtos, permanece encendida o se enciende bajo demanda para inflamar el quemador principal. Su misión es garantizar un encendido rápido y seguro cuando el termostato solicita calor para calefacción o agua caliente sanitaria. En calderas más modernas, el piloto permanente se sustituyó por encendido electrónico e incluso por detección de llama por ionización, reduciendo consumo y mejorando la seguridad. Aun así, en Barcelona siguen operando muchas viviendas con calderas con piloto, especialmente en fincas antiguas del Eixample, Gràcia o Poblenou, donde las instalaciones pueden arrastrar limitaciones de tiro y ventilación.
En un esquema básico, el usuario presiona un botón que abre la válvula de gas del piloto. A la vez se acciona un sistema de encendido (piezoeléctrico o chispa electrónica) que prende esa llama. El termopar —una unión de metales que genera corriente por diferencia de temperatura— se calienta y produce una señal eléctrica de baja tensión. Esa señal mantiene abierta la válvula de seguridad del gas: si la llama se apaga, el termopar se enfría, deja de generar corriente y la válvula se cierra para evitar fugas. Este circuito sencillo explica por qué, cuando el piloto falla, los sospechosos habituales son la suciedad en el inyector, la mala combustión, el termopar fatigado o problemas de suministro y tiro.
Idea clave: si el piloto no se mantiene encendido, la caldera corta gas por seguridad. Es un síntoma, no la causa final.
Causas de que el piloto no encienda
Cuando el piloto no llega a prender, conviene descartar primero lo básico: llave de gas cerrada, corte de suministro en la finca o en la calle, y falta de electricidad en modelos con encendido electrónico. Si el suministro es correcto, la causa suele residir en el inyector del piloto (obstruido por polvo, óxido o pelusas), en una mezcla aire-gas deficiente o en la chispa que no alcanza el punto exacto. En barrios con polvo en patios de luces o cercanía a obra, la acumulación en el orificio del piloto es frecuente y provoca llama débil o desviada que no alcanza el termopar.
Otra causa habitual es el encendido piezoeléctrico fatigado: el botón ya no genera suficiente tensión o los cables presentan microfisuras. En calderas con encendido electrónico, un electrodo de encendido sucio o mal posicionado impide que salte la chispa en el lugar correcto. Por último, el regulador de presión de la instalación doméstica puede estar averiado, entregando menos gas del necesario para una llama estable. Si tras varios intentos prudentes el piloto sigue sin encender, detenerse: insistir puede acumular gas y resultar peligroso.
- Inyector del piloto sucio u obstruido.
- Chispa débil o mal posicionada (piezo/eléctrica).
- Regulador o válvula parcializada con baja presión.
- Entrada de aire insuficiente por rejillas tapadas.
El piloto se apaga: tiro y ventilación
Que el piloto encienda pero se apague a los segundos suele señalar un problema de tiro (evacuación de humos) o ventilación. Al encenderse, el calor genera una columna de aire ascendente por el conducto; si ese conducto está obturado, es demasiado largo, tiene codos excesivos o existe retorno por presión negativa en la vivienda, la llama se inestabiliza y el termopar se enfría, cerrando por seguridad la válvula. En edificios con patios de ventilación estrechos típicos de Barcelona, la instalación de ventanas herméticas sin rejillas o campanas extractoras potentes puede crear depresión interior y “chupar” la llama del piloto.
Revisar rejillas bajas y altas, comprobar que no estén tapadas por muebles o silicona, y verificar que la chimenea comunitaria evacúa correctamente es esencial. En días de tramontana o rachas fuertes, pueden aparecer refoulements puntuales. Si ocurre solo con viento, un sombrerete antirrevoco o la corrección del terminal solucionan. Si ocurre siempre, hay que inspeccionar todo el trazado de evacuación y el cuarto de caldera. Nunca se deben sellar rejillas para “evitar frío”: compromete la combustión y la seguridad.
Señales de tiro deficiente: llama amarilla, oscilante, olor a combustión, ennegrecimiento de carcasas y sensores de CO activándose. Detener el uso y ventilar.
Componentes clave: termopar, ionización y válvula
El termopar es el guardián del piloto. Con los años pierde capacidad de generar milivoltios suficientes, especialmente si la llama no le incide correctamente. Un termopar fatigado genera cortes intermitentes: el piloto prende, pero a los segundos la válvula cierra. La válvula de gas incorpora un electroimán que exige una señal mínima sostenida; sin ella, corta el paso. En sistemas más modernos, la ionización detecta la presencia de llama por conductividad: el electrodo debe estar limpio y a distancia correcta; acumulaciones de óxido o hollín engañan al control y provocan paradas.
La posición de la llama y su color son diagnósticos rápidos: una llama pequeña, amarillenta o que no baña a fondo la punta del termopar indica mala mezcla o obstrucción. Un inyector limpio y una correcta aportación de aire producen llama azul, estable y silenciosa. Por último, cableados, conectores y masas: la señal de baja tensión del termopar es sensible a falsos contactos; vibraciones, humedad o corrosión en bornes bastan para cortar.
- Reubicar el termopar para que la llama lo cubra bien.
- Limpieza y, si procede, sustitución del inyector del piloto.
- Medición de milivoltios del termopar con multímetro.
- Verificación del electroimán de la válvula y continuidad.
Presión y suministro de gas en fincas de Barcelona
En edificios antiguos, la instalación de gas puede mezclar tramos nuevos y antiguos, con reguladores heredados y llaves que no abren completamente. Una presión de entrada ligeramente baja puede bastar para cocinar, pero no para sostener una llama piloto estable y, menos aún, la rampa del quemador principal. Golpes de ariete, reformas parciales y largos recorridos hasta pisos altos del Eixample pueden provocar pérdidas de carga. Además, es común encontrar flexos envejecidos o reductores obstruidos por residuos. Antes de culpar a la caldera, conviene medir presión en estático y en servicio y descartar defectos en la acometida.
Otro punto local: en patios interiores y galerías cerradas, los usuarios suelen ubicar la caldera junto a secadoras o lavadoras. La humedad y el polvo acortan la vida útil de electrodos y contactos. También se observan rejillas tapadas para reducir el ruido. Estas decisiones caseras tienen impacto directo en la estabilidad del piloto. Una puesta a punto anual con limpieza, comprobación de estanqueidad y análisis de combustión reduce averías y consumo, a la vez que cumple con las exigencias de seguridad de la vivienda y la comunidad.
Consejo local: si varios vecinos reportan llamas inestables, coordinar con la comunidad y la comercializadora para revisar presión y chimenea comunitaria.
Encendidos piezo y electrónicos: diferencias y fallos
El piezoeléctrico genera chispa mecánicamente al pulsar un botón. Es robusto y no requiere alimentación, pero su energía decrece con el uso y la chispa puede desviarse si el electrodo está sucio o mal alineado. Los encendidos electrónicos usan una placa que produce chispas rápidas mientras la válvula permite gas; otorgan mayor fiabilidad y consumo nulo en reposo, pero dependen de una correcta toma de tierra y buen estado de cables y bujías. Un síntoma típico: se escucha “tic-tic-tic” pero no prende; suele ser posición del electrodo o mezcla pobre, no la placa.
En modelos mixtos, el sistema solo chispea cuando hay demanda de ACS o calefacción. Si la sonda de temperatura indica falsamente que no se necesita calor, la caldera no intentará encender. Por ello, antes de intervenir en el piloto, conviene verificar termostato ambiente, presión del circuito (1,0–1,5 bar en frío típicamente) y errores en pantalla. En aparatos con modulación, una mala masa o ruidos eléctricos pueden confundir la detección de llama. Mantener cableado seco, limpio y bien fijado reduce incidencias.
Seguridad, legal y mantenimiento según RITE
El mantenimiento de calderas domésticas está regulado por el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) y normas complementarias. De forma práctica, implica revisiones periódicas por personal habilitado, verificación de combustión, estanqueidad, ventilación y evacuación de gases. Para el usuario, lo esencial es respetar las rejillas de ventilación, no manipular la válvula de gas ni puentear sistemas de seguridad, y llamar a un técnico cualificado ante olores, hollín o apagados recurrentes del piloto. En comunidades de Barcelona con chimeneas antiguas, es clave coordinarse con el administrador para el correcto mantenimiento del conducto común.
Recordatorio de seguridad: si nota olor fuerte a gas, no accione interruptores, ventile, cierre la llave de paso y avise al servicio de emergencias y a la distribuidora. Los detectores de CO y gas bien ubicados añaden una capa de protección. Una caldera bien ajustada no solo reduce fallos del piloto: consume menos, emite menos CO/NOx y alarga su vida útil. Mantener la documentación de revisiones ayuda ante inspecciones y aporta valor en alquileres o ventas.
Checklist RITE para usuarios: ventilaciones despejadas, conducto sin fugas, análisis anual, certificado en regla y manipulación solo por instalador autorizado.
Diagnóstico paso a paso para usuarios
Antes de solicitar asistencia, un diagnóstico básico, sin desmontar componentes de gas, puede ahorrar tiempo. 1) Compruebe suministro: ¿hay gas en cocina? ¿La llave de paso está abierta al 100%? 2) Verifique alimentación eléctrica y presión del circuito (manómetro). 3) Ventile el recinto y asegure que rejillas estén libres. 4) Intente encender el piloto siguiendo el manual: presione y mantenga el botón de seguridad el tiempo indicado (a veces 10–30 s) tras prender, para calentar el termopar. Si al soltar se apaga, sospeche de termopar o llama débil. 5) Observe el color y forma de la llama: azul nítida vs. amarilla vacilante.
Si la chispa no aparece, revise que el electrodo esté limpio a simple vista y que el clic del piezo se perciba. Si aparece chispa pero lejos del inyector, no insista. Si el piloto prende pero el quemador principal no arranca, el problema puede estar en presostatos, termostatos de seguridad o en la detección de llama. Documente con fotos la placa de características, el modelo y cualquier código de error: al técnico le ahorrará desplazamientos y traerá el repuesto adecuado (termopar, inyector, válvula, electrodo).
- No tape rejillas; mejore el confort con burletes en otras estancias.
- No use sprays cerca del piloto: dejan residuos aislantes.
- Si hay revoco por viento, cierre ventanas contrarias y reintente tras estabilizar.
Cuándo llamar al técnico: costes orientativos
Debe solicitar técnico cuando el piloto no se mantiene, la llama es amarilla, percibe olor a combustión o aparecen códigos de error. En Barcelona, la puesta a punto con limpieza de piloto, ajuste de mezcla, verificación de estanqueidad y análisis de combustión suele tener un coste orientativo que varía según marca y accesibilidad. La sustitución de un termopar o electrodo es una intervención rápida si el repuesto está disponible. Problemas en válvula de gas o en el conducto de evacuación pueden requerir más tiempo y coordinación con la comunidad.
Si la avería se repite cada temporada, quizá convenga valorar el cambio de caldera a modelos estancos de encendido electrónico e ionización, con mayor seguridad, eficiencia y menores emisiones. Además de reducir el riesgo de fallos del piloto, permiten modulación y ahorro en calefacción. Evalúe, con presupuesto comparativo, consumo de gas, espacio disponible y adaptación del conducto. Un buen informe previo evitará sorpresas en la instalación y facilitará permisos en la finca.
Tip de eficiencia: un termostato ambiente bien calibrado y purga de radiadores reducen arranques y paradas, ayudando a la estabilidad general del sistema.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo debo mantener pulsado el botón del piloto? Entre 10 y 30 segundos en muchos modelos, hasta que el termopar genere suficiente señal para mantener abierta la válvula. Si al soltar se apaga, puede fallar el termopar o la llama no lo baña bien.
La chispa salta, pero lejos del inyector. ¿Qué hago? No insista. Suele ser posición incorrecta del electrodo, suciedad o cable dañado. Requiere ajuste profesional para evitar chispas erráticas y acumulación de gas.
El piloto se apaga con viento fuerte. Indica problemas de tiro/terminal. Un sombrerete antirrevoco y revisar codos o longitudes del conducto suele resolver. No selle rejillas: empeora la combustión.
¿Es obligatorio el mantenimiento? Las instalaciones térmicas deben mantenerse conforme a RITE por personal habilitado. Guarde certificados y programe revisiones periódicas para seguridad y eficiencia.
¿Conviene cambiar a caldera estanca? Si su equipo es antiguo y el piloto falla a menudo, el salto a estanca con ionización aporta seguridad, menos consumo y menos incidencias. Requiere adaptar evacuación y cumplir requisitos de la finca.
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